Jóvenes cubanos + emigración = dudas cotidianas

Por: Luzdeibys González Forcades y Marcia Silva Llano/ para www.madridhabana.com

Madrid, 3 noviembre de 2015. Son aviones que van y vienen. A veces nadie piensa en ese detalle cotidiano, pero otras, cuando el corazón tiende a encogerse y en algunas familias faltan los jóvenes porque viven fuera de Cuba, muchas dudas afloran. La primera ¿cuándo vendrán de vacaciones? Luego una más profunda ¿Por qué se fueron? Y quizás otra, pero solo quizás, ¿alguna vez volveremos a estar juntos?

Según explicó, hace un tiempo, la socióloga María Isabel Domínguez, especialista del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas, en una emisión televisiva de Cuba, el proceso migratorio tiende a ser visto como compulsado, principalmente, por condicionamientos sociales y culturales que obligan al individuo a esta búsqueda, a pesar de la pérdida. Pero hay que agregar siempre el término economía porque, en todas las naciones del mundo, está entre las tres primeras causas de la emigración.

Desde la oficialización de la actual política migratoria de Cuba, en 2013, muchos especialistas han preferido engavetar el término emigración con las justificantes de que todos pueden viajar o mejor dicho, entrar y salir de Cuba en un término de dos años, sin necesidad de abandonar sus orígenes. ¿Pero ocurre así siempre?

En los últimos tiempos o mejor, en meses, miles de jóvenes en edad laboral, recién graduados de las universidades y sin hijos han pasado de vivir en las provincias cubanas para radicarse en Ecuador, México, Canadá, Rusia y Estados Unidos. Algunas de las naciones conocidas por los cubanos, pero que nadie dude la existencia de un isleño en Polonia o en el mismo Haití.

Actualmente, hay personas que permanecen años en otro país. Allí trabajan y luego regresan a Cuba, y con ese dinero que ahorran, viven. Es una estrategia de solución a la crisis, en este caso económica, en otros, política como la de quienes intentan llegar a Europa desde Siria.

En el artículo Cuba, Emigración, Estados Unidos, del Doctor en Ciencias Históricas Jesús Arboleya, y publicado en Cubadebate, aparecen las condiciones endógenas que explican la emigración cubana referidas a que Cuba produce un capital humano que el mercado laboral cubano no puede absorber en las condiciones óptimas que requiere. Por eso es visto como un atractivo migratorio bien recibido.

Otra característica es que la emigración de principios de los 90 fue la de la crisis económica y uno de los factores que la motivó fue ayudar a los familiares en Cuba. Por eso, no se puede pretender que la familia de la persona que emigró para ayudarla sea un enemigo. Hoy día, muchos de esos hijos, padres o hermanos están unidos o, incluso, regresaron a Cuba para siempre.

Hablar de emigración en cualquier circunstancia es complicado; en el caso cubano esa complejidad aumenta por muchas razones, no solo las políticas. Pero es de sabios atender a la idea de que el fenómeno migratorio, aquí, nació con el hallazgo de este archipiélago y no todos dejarán esta isla ni ahora ni después, solo lo harán siempre quienes estén preparados para enfrentar el reto migratorio.

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