“Pánfilo”, el actor Luis Silva, descubrió esta mañana la “Ley de precios del mercado”.

   “Pánfilo”, el actor Luís Silva, descubrió esta mañana la “Ley de precios del mercado” basada en la oferta y demanda, y por la tarde, el popular anciano de la televisión cubana, al parecer, decidió que lo suyo no son las ciencias económicas, sí «Vivir del Cuento«, pues en menos de unas horas retiró de su muro de Facebook un comentario crítico que comparaba los precios de los autos en Cuba con los de Miami, Florida; pero ya era tarde, porque medios online subieron de inmediato la publicación a la red, quizás esta vez, su broma no agrade al Gobierno de la Isla, porque no es la primera vez que Silva cuestiona ese tema.

  Según Cibercuba noticias, con imagen incluida, «El popular actor cubano Luís Silva ha publicado en su perfil de Facebook una foto en la que hace, de manera jocosa, pero al mismo tiempo contundente, una curiosa observación: la enorme diferencia de precio entre un auto en venta en Estados Unidos y lo que cuesta comprar uno en Cuba, en una comparación que no deja lugar a dudas», «7500 dólares esta camioneta Chevrolet del 2002. Y en la otra orilla, un Lada del 80 en 20000 cuc».

  “Es de suponer que, consciente de su enorme popularidad, Luís Silva sepa que estas declaraciones suyas no van a pasar inadvertidas entre su enorme grupo de seguidores dentro y fuera de Cuba, los que, obviamente, saben esta crítica a la gestión de venta de automóviles en la Isla está más que justificada, explica Cibercuba noticias.

  Sin ningún reparo, Silva agregó, «Hay algo mal» y argumenta, «lo más maltratadito posible, todo ‘canibaleados’, un rastrojito, con gomas gastadas, problemas de batería, sin garantía ninguna, a más de 40.000 cuc».

  «Parece que Luís Silva ya no tiene que peinar las canas de su personaje para decir esas cuatro verdades que muchos, de puertas adentro en la Isla, se repiten día a día», opina Cibercuba noticias, porque la reflexión sobre el precio de los autos en Cuba ya había sido motivo de risas con el personaje de Pánfilo.

  Habrá que ver cómo entiende la cúpula del ICRT en Cuba este arranque de sinceridad e ironía de Luís Silva, que se ha comportado, en su comentario, tan deslenguado como su Pánfilo.

  Por menos que esto, hace pocos años, en Cuba se acusaba a cualquiera de «diversionismo ideológico«, una especie de comodín con el que los funcionarios de la Isla utilizan de argumento para cuestionar conductas de subordinados, frase patética de que muchos funcionarios cubanos todavía conservan en su léxico. Esperemos que a nadie se le ocurra aplicarla a Luis Silva/Pánfilo «diversionismo ideológico«.

  Porque a fin de cuentas Pánfilo no a rosado con el pétalo de una rosa la problemática de la venta de autos en Cuba, fenómeno más que complejo, por el que están, todavía, perjudicados miles de intelectuales, artistas y profesionales de la Isla que conservar en su mesa de noche “Cartas de autorización para la compra de un auto”, expedidas por sus Ministerios y firmada por sus respectivos Ministro, sin que aún con la debida autorización puedan adquirirlo el auto, ni siquiera han recibido una respuesta seria sobre esa asignación, que no sea la habitual excusa “eso ya está paralizado”.

  La broma de Silva es pequeña, porque tampoco toca a la Aduana de Cuba que, en su momento, retiró la autorización  a particulares para importar, con mayor flexibilidad, repuestos y accesorios de autos, disposición que además limita que los ciudadanos puedan acceder a productos que el país no vende para el parque automovilístico, ni adquirirlos fuera de la Isla a mejores precios con beneficio del bolsillo de los cubanos.

RD/MH,16-02-2017,Madrid.

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