Caracterización del estado psicológico en los niños separados de sus figuras parentales por emigración.

 «Caracterización del estado psicológico en niños separados de sus figuras parentales por emigración”, un estudio, de junio 2016, a cargo de especialista en psicología de Pinar del Río, Cuba, revela las consecuencias de esa casuística en la familia cubana, según publica el Vol. 20, Núm. 6 (2016), Revista de Ciencias Médicas de Pinar del Río, online en el sitio de infoMED.

  La investigación de los profesionales Yeimy Domínguez Jiménez; Daimadelys Gutiérrez Iglesias; Leidy León Veloz, psicólogos de Pinar del Río, mostró que estos niños acompañados por uno solo de sus padres o, a veces, de tíos y abuelos, experimentan ira, tristeza y pérdida de valores de identidad familiar.

  Aunque este es un estudio observacional, no experimental, con diseño cualitativo y basado en estudio de casos, hecho con el objetivo de caracterizar el estado psicológico de los niños separados de uno o ambos padres, el resultado es válido y aporta la valoración de los casos estudiados.

  El estudio señala el desamparo y frustración de los niños cubanos cuyos padres han emigrado temporal o definitivamente, una problemática que catalogaron como parte de la “realidad actual”, a consecuencia de ver tambalearse valores clave para la formación como son la integridad familiar, sentir abandono, deslealtad y pensamientos acusatorios hacia el pariente que ha viajado fuera del país.

  Los investigadores afirman que «El estado emocional más frecuente que se encontró en los casos estudiados fue: ira, tristeza, ansiedad, sentimientos de añoranza y pena, temores en torno a la figura separada y la integridad familiar en su conjunto», y explican su conclusión en base a resultados de las siguientes técnicas aplicadas.

El color negro indica tristeza, según los psicólogos del estudio.

  Ejemplo, con la técnica creativa de arte terapia, mediante la cual los niños dibujaron su percepción de «familia actual». Muchos usaron el grafito, cuyo tono negro es visto por los psicólogos como un signo de tristeza.

  La interpretación de los dibujos da a entender “Las cogniciones revelan pensamientos acusatorios hacia la figura separada, creencias de abandono y de deslealtad y experiencias previas de separación que matizan el estado psicológico actual; las reacciones conductuales mostraron alteraciones en la conducta habitual y en los ámbitos familiar y escolar”.

  Un niño de 11 años, cuya madre cumple misión internacionalista, realizó un dibujo de la madre en lápiz.

Los dibujos revelaron frustración en los niños consultados.

  En otro dibujo refieren con el uso del color azul y combinaciones de varios colores de fuerza, según los psicólogos, son indicador de «una ansiedad de tipo agitada».

  El estudio alude a cifras oficiales del 2010, cuando entre 1.6 y 1.8 millones de cubanos residen en el extranjero. También se refiere al incremento de emigrados temporales desde el 2008, incluyendo a miles de profesionales cubanos que cumplen misiones de trabajo en el exterior, cuando solo hasta el 2014, más de 7.000 médicos prestaban sus servicios en Brasil. Mientras decenas de miles permanecen en países aliados como Venezuela, Angola y otros.

  Al menos en Pinar del Río, el elevado número de casos, «hacen de esta problemática uno de los más frecuentes motivos de consulta y demandas de atención psicológica en el área infanto-juvenil», pues el estudio se basó en casos asistidos en el policlínico Luis A. Turcios, de esa provincia.

  Asimismo, “Demuestra la necesidad del estudio desde la realidad cubana con la intención de contribuir a su entendimiento y afrontamiento, ya que se trata de una emigración de personas jóvenes, en edad reproductiva, en mayor proporción mujeres, lo cual hace más probable que las figuras emigradas sean madres o padres”.

  Al respecto, el periodista Adriel Reyes, de Radio Martí, recogió las opiniones de:

  Ramón Zamora, Ortopédico de Holguín “El tiempo de distancia provoca la separación del padre y la madre, porque ambos se encuentran otras parejas y cosas así, y eso afecta directamente al hijo».

  “Lejos del calor del padre, el niño se siente emocionalmente frustrado porque no tiene el amparo del padre. El padre está fuera en cuanto a la atención de la escuela, en cuanto a la recreación del niño y demás actividades”, explicó.

  Por su parte, Roberto Serrano, médico de Santiago de Cuba explicó: “Muchas veces vienen a los dos o tres años y los hijos no los conocen (…) A veces padres y madres están cumpliendo misión, las dos guías, las problemáticas diarias esas que se dan… no hay control de los padres, los niños están con la abuela o están con una tía”.

  Dora Mesa, directora de la independiente Asociación Infantil declaró: “Está ausente porque no está contribuyendo a la educación del niño, pero está presente porque resuelve la parte material”, comentó.

  

Reportaje de Adriel Reyes, de Radio Martí.

RD/MH,09-02-2017,Madrid.

MH

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