La eterna polémica de las relaciones Cuba-EE.UU. a día de hoy.

  La eterna polémica de las relaciones Cuba-EE.UU., a día de hoy, es un argumento flojo para explicar a los cubanos continuar con el esfuerzo y las vicisitudes que han soportado durante años, actualmente, esgrimirla para explicar la realidad del país es un mala idea.

  Es un tema manido, quizás, usado en exceso para justificar las consecuencias de actos de mala administración interna, también, de estratagemas políticas decididas con orgullo, sin pensar en conseguir bienestar -seré breve- los cubanos viejos ya están aburridos de lo mismo y a los jóvenes solo les interesa EE.UU para buscar oportunidades, sean buenas o malas.

  Después de vivir 53 años en el vaivén del barco Cuba y EE.UU; me cuestiono muchas cosas, que vamos a decir si años atrás, en las UBPC cubanas, nos quitamos la grasa de las manos con petróleo, en cada una había una “novia” con un grifo de 2 pulgadas que nos intoxicaba las manos y salpicaba la ropa cuantas veces al día nos quitáramos la grasa, hasta para eso se usó el petróleo en Cuba.

  Pero a lo que vamos, el momento actual:

  Uno: ¿las políticas de Obama mejoraron sustancialmente la vida de los cubanos? Teniendo en cuenta el sentir popular, francamente, creo que no y lo argumento -sin afán discriminatorio o racista-  con un refrán de la jerga cubana “El negro no la hizo a la entrada, pero la cago a la salida”, porque estando casi fuera de La Casa Blanca se cargó el privilegio de los “Pies secos pies mojados” con el que los cubanos llegaban a Miami y en poco tiempo tenían un estatus legal para establecerse y trabajar; antes del año, muchos ganaban dinero y ayudaban a su familia en Cuba.

  No creo que a Trump le hubiera sido fácil quitar los “Pies secos pies mojados, quizás, todavía estuviera vigente y los cubanos que “coronaran” disfrutarán de mejores condiciones para trabajar y enviar “fulas” a Cuba, ahora, no hay Obama, ni relaciones Cuba-EE.UU y veremos si sigue, como antes, llegando fácil “el fula” a Cuba.

  Dos: ¿La decisión de Donald Trump de retroceder las políticas de Obama es buena o mala para los cubanos? Ni lo uno ni lo otro, es más de lo mismo que hemos vivido durante 58 años, en verdad, se ve que a Trump le importa poco el destino y las necesidades de los cubanos. Lo más interesante respecto a la decisión de Trump, es la respuesta que ha dado el Gobierno de Cuba.

  Ahora, Cuba quiere seguir negociando el acercamiento y el restablecimiento de sus relaciones con EE.UU, me pregunto, no pudo Cuba dar esta solución a su intercambio con anteriores administraciones de EE.UU, más racionales y objetivas que la de Trump, ejemplo Jimmy Carte.

  Si al final en algún momento esperamos ser amiguitos hace tiempo se debió normalizar el intercambio, pues durante años estuvimos diciendo que vamos mal por culpa del enemigo sin reconocer nuestros errores internos en el uso de los recursos propios, e incluso, cambiar el papel de las fuerzas productivas dentro del sistema social, para que entiendan, haber permitido desde hace tiempo el trabajo por cuenta propia, no desde que entramos en el “periodo especial” con carencia de herramientas y materia prima.

  Según Naciones Unidas, el planeta tiene 194 estados, dejémonos de cuentos, nos quedan 193 con los que desarrollar y establecer relaciones, aun cuando decimos que “El Bloque” saboteaba nuestro intercambio con otros países.

  Tercero: Somos únicos y una nación con carisma, pero llevamos años pasándola mal y por ese motivo los jóvenes cubanos no quieren saber de política, nosotros, sus progenitores, no reconocemos que somos unos padres testarudos e impositivos. El progreso y bienestar de una sociedad necesita paz y buenas relaciones con los demás. No se puede vivir eternamente en guerra y a la vez desarrollar una economía y alcanzar el bienestar de un país, lo sabemos, aunque no lo aceptemos. Yo temo que, quizás, ya no sólo arriesgamos bienestar, sino, parte de la integridad y los valores de la Nación Cuba.

  Cuando hablo con jóvenes cubanos, muchos, me dicen, no verse en el futuro en Cuba, y me pregunto: porque los viejos no acabamos de aplicar a plenitud el concepto de Nación Cubana, con una total participación de quienes viven en la Isla y los que residen fuera. Un ejemplo, ¿solo son importantes los problemas de los que residen en Cuba? pues ahora mismo hay un grupo de cubanos en Madrid que están promoviendo un acuerdo basado en El Convenio Iberoamericano de Seguridad Social para que el estado cubano y el español les permita computar en el cálculo de su jubilación los años trabajados en ambos países, como lo tiene España con varios estados de Iberoamérica.

  Los asuntos laborales de los que están fuera son un tema virgen, sin que el estado cubano los estudie y respalde. Es una necesidad abordarlos en el futuro. Con España, hay relaciones y supongo se podrá hablar, pero qué pasará con los casi dos millones de cubanos que tienen años de trabajos y cotizados en Estados Unidos y Cuba, si durante 58 años esta gente -los gobiernos- no han estado de acuerdo un solo día, por una sola vez, en algo.

 En realidad, lo que ha pasado, es que en ninguna de las cuatro rondas de conversaciones Cuba-EE.UU estaba en la agenda un solo de los temas laborales, tampoco, ahora, en los programas de senadores y congresistas cubano-americanos residentes en Florida que tienen la gracia de Donald Trump.

  Para los gobiernos de Cuba y EE.UU lo más importante ha sido lo referente a indemnizaciones por las “Expropiaciones de las Propiedades” en la Isla y de la otra parte resarcir a Cuba por los daños de “El Bloqueo”, pero de los derechos de la gente que levantaron Cuba y luego construyeron Miami, ni un sola letra, palabra o mención.

  Esos derechos no son un invento mío, son el reclamo de muchos gremios laborales a través de la OIT, la Organización Internacional del Trabajo, que la mayoría de los países del mundo reconoce; y un deber de los gobiernos, según sus posibilidades, velar por los intereses de sus trabajadores en cualquier parte que se encuentren.

   A los cubanos trabajadores de Miami, uno de los dos países, les robarán parte de su jubilación. La gente que trabajaron, estudiaron o se esforzó todos los días bajo el cielo azul y las palmas verdes y los que lo hacen distante pensando en ello, son el sostén de Cuba y necesitan un bienestar acorde a sus sueños y contribución, de ellos no hablo ni el gobierno cubano, ni Obama, ni ahora Trump, pero Cuba es esa gente y de esa gente.

jgo/MH/18-06-2017,Madrid.