Trinidad de Cuba, declarada también Ciudad Artesanal

Recorrer Trinidad de Cuba, Patrimonio Cultural de la Humanidad, es un viaje al pasado por los encantos naturales y arquitectónicos de los cuales disponía la sacarocracia cubana desde el sudor y la sangre de la mano de obra de esclavos negros.

  Aun así, ese patrimonio para cubanos y foráneos de la tercera urbe fundada por los colonizadores españoles en el siglo XVI conforma hoy una postal única en la región caribeña por sus playas, naturaleza y la vista concedida por su centro histórico.

  Opulentos palacetes neoclásicos, iglesias y torres de estilo europeo, viviendas de altos ventanales y techos de profusos atributos heredados del florecimiento azucarero que vivió la ciudad siglos atrás invitan al descubrimiento de la herencia hispánica.

  Inscrita desde 1988 en la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad de la Unesco junto al Valle de los Ingenios, Trinidad conserva claves únicas de la evolución arquitectónica cubana en un entorno natural casi paradisíaco.

  Pero, ese paraíso de años y trabajo conserva la creatividad de sus gentes que pueden dar una clase de arquitectura o historia, en medio de una bebida como la canchánchara creada por los insurgentes independentistas, los mambises, del siglo XIX.

  Para confirmar lo anterior la ciudad de Trinidad ha sido declarada Ciudad Artesanal, como resultado final de un extenso proceso de evaluación realizado desde el Consejo Mundial de Artesanías. Ese Consejo es una organización no gubernamental, sin fines de lucro, fundada en 1964 en Nueva York. En el mes de junio, Trinidad recibió la visita de los miembros del Consejo Mundial, que llegaron a Cuba de once países, como Chile, Colombia, Guatemala y México.

  El título de Ciudad Artesanal permite a Trinidad estar en una selecta lista donde aparecen países como China, Dinamarca, India, Irán y Chile. Asimismo, abre las puertas a proyectos de cooperación y asociación con artesanos de otras latitudes.

  La actividad creativa de los trinitarios ha traspasado las fronteras de la ciudad y destacan proyectos subrayados por medios locales, como la familia Santander o el taller de Yudit Vidal Faife, legitimando el barro, la pintura y el tejido.

  En la citada visita del Consejo Mundial de Artesanías a Trinidad, el uruguayo Alberto de Betolaza, presidente para América Latina de esa organización, apuntó que resulta sui géneris cómo en la Ciudad Museo del Caribe se mantienen vivas las confecciones de manualidades de antaño.

  Como estímulo a la creación, tradición, y reconocimiento a los artesanos trinitarios calificó Mercy Correa, vicepresidenta del Consejo Mundial de Artesanías para América Latina, la entrega a la villa del título de Ciudad Artesanal del Mundo.

Plan de desarrollo trinitario

  Entre los primeros adelantos del plan de desarrollo para esa actividad en el territorio figuran más de mil nuevas habitaciones de diferentes estándares, informó Prensa Latina.

  La culminación este año de los hoteles Pansea y Palacio Iznaga en el centro histórico de la urbe, así como la construcción de dos nuevas instalaciones de sol y playa en la península de Ancón, figuran en el programa previsto por el Mintur en la ciudad.

  El número de habitaciones en el caso del Pansea y el Palacio Iznaga sobrepasa las 90 con categoría cinco estrellas.

Ambos proyectos van a dar un posicionamiento y un impulso a la planta hotelera trinitaria en la modalidad de turismo de ciudad, con una alta demanda, que hace poco sumó el hotel La Calesa bajo la marca Encanto del grupo Cubanacán.

Recientemente han culminado los movimientos de tierra para el Meliá Trinidad, instalación de 400 habitaciones con vistas a culminarse en un plazo de dos años, el que será administrado por la prestigiosa cadena española.

  Asimismo el plan incluye la ejecución del Iberostar Ancón, construcción de 500 habitaciones previstas a iniciarse en mayo por la sociedad económica internacional Dinvai Trinidad Construction, creada por el Ministerio de la Construcción para asumir ambos encargos.

  Estas dos instalaciones se emplazan en la península Ancón -el reconocido como mejor balneario de la costa sur cubana–, donde ya existen otras tres: Costa Sur, Ancón y Trinidad del Mar.

  Otra de las inversiones prevé la edificación de más de cien cabañas brasileñas con dos niveles, insertadas al Ancón, que ampliarán la planta hotelera y elevarán la calidad de los servicios por su estándar superior.

  A esto se suma la ejecución del Complejo Santa Ana, principal instalación extrahotelera para este año por la Sucursal Palmares, diseñada con cafetería, restaurante, parrillada, mesa-bufet, dos bares e igual número de tiendas para la venta.

  Este dispondrá además de la primera fábrica artesanal de cerveza del centro de Cuba, con tecnología austríaca y capacidad para producir 200 mil litros al año de tres tipos (clara, media y oscura) y malta de la marca SALM.

  Como valor añadido, el pretencioso proyecto se ubica en uno de las edificaciones patrimoniales de la añeja villa, conocida como la Real Cárcel, y en él tomarán espacio actividades culturales como conciertos y presentaciones danzarias.