Ay Cuba, ay mamita UniteState.

Pensador

Los beneficios que se esperan de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos aún no llegan con la rapidez que desean los cubanos de a pie,a día de hoy, el restablecimiento diplomático con el rico país de Norteamérica no crea mejoras sustanciales en la vida de los cubanos.

El deseo de que el bienestar aparezca por milagro o llevar el nivel de vida de los residentes en el extranjero tensa el ansia de la gente, al punto de llegar a pensar, que la felicidad dependa del intercambio económico – social con Estados Unidos. Cuidado, porque después de años de carencia y dificultades materiales, aún no se sabe hasta dónde desea Estados Unidos que cambie la sociedad cubana, por dar la gracia de su amistad.

Quizás la gente espera de las nuevas relaciones un milagro de los de antaño,cuando el país recibía bienes por compartir la ideología de sus socios. Téngase en cuenta que ni en Estados Unidos, ni en otros países,se regala la riqueza;quizás dan oportunidades, pero tienes que transformarte a su antojo y beneficio.Lo llaman arraigo, que para un emigrante es la rutina de trabajar, ganar dinero, y gastarlo en viajes a Cuba, o enviarlo de ayuda a sus parientes, un sacrificio que lo convierte en esclavo por atadura familiar.

Los cubanos y simpatizantes de La Isla no deben asociar el reinicio de las relaciones con el fin dela crisis económica y las penurias personales, aunque las relaciones traigan beneficios, las necesidades de un país no se resuelven de hoy para mañana, el momento es muy delicado, por una parte urge la mejora de vida, pero por otra es imprescindible la integridad de la nación.

El bienestar personal de cada cubano solo cabe dentro de un proyecto de país que mantenga la protección e igualdad de sus ciudadanos, si como dicen existe hoy en Cuba un cambio,este debe ser diseñado por los cubanos, porque tan importante como los beneficios de vínculos comerciales es actuar con la sensatez, la honradez y la unidad que pidió José Martí, no sea que se copie de los americanos, como antaño de los soviéticos, y se cambie oro por espejos.

Si la codicia de las personas alcanza cotas más altas que preservar y unir al pueblo de Cuba, entonces se dinamita la unidad de la nación, y con ello la seguridad de las personas,tenerlo presente en los cambios y acuerdos que vengan en el futuro. De momento la visita de su santidad papal  llevará a Cuba amor, pero no todo lo podrá dejar hecho el Santo Padre Francisco, salvar a Cuba es tarea de los cubanos.

 

Redacción Madridhabana.

madridhabana.com

Madrid, 7 de septiembre de 2015.

 

 

MH

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